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Boehmiano. En pos de la sabiduría, como arte de vivir

La Filosofía según Husserl y Unamuno

La Filosofía según Husserl y Unamuno

         Se trata de dos textos muy diferentes de estos dos grandes maestros. Permítasenos decir aquí que preferimos el de Unamuno.

 

        “Desde sus primeros comienzos, la filosofía pretendió ser una ciencia estricta... Esta pretensión fue sostenida en las diversas épocas de la historia con mayor o menor energía, pero jamás fue abandonada... Pero en ningún momento de su desarrollo pudo la filosofía cumplir esta exigencia de ciencia estricta... Kant solía decir que «no se puede aprender filosofía, sino sólo aprender a filosofar». ¿No es esto acaso admitir el carácter no científico de la filosofía? En la medida en que la ciencia es verdaderamente ciencia, se la puede enseñar y aprender, y siempre en el mismo sentido... Si no se puede aprender la filosofía es porque... todavía se carece de problemas, métodos y teorías nítidamente deslindados y cuyo sentido haya sido cabalmente aclarado. No quiero decir que la filosofía sea una ciencia imperfecta; digo simplemente que todavía no es ciencia, que no ha empezado a ser ciencia...”

 

(Edmund HUSSERL: “La filosofía como ciencia estricta”, 1910).

 

 

 

         “Cúmplenos decir, ante todo, que la filosofía se acuesta más a la poesía que a la ciencia. Cuantos sistemas filosóficos se han fraguado como suprema concinación de los resultados finales de las ciencias particulares, en un periodo cualquiera, han tenido mucha menos consistencia y menos vida que aquellos otros que representaban el anhelo integral del espíritu de su autor.

         Y es que las ciencias, importándonos tanto y siendo indispensables para nuestra vida y nuestro pensamiento, nos son, en cierto sentido, más extrañas que la filosofía. Cumplen un fin más objetivo, es decir, más fuera de nosotros...

         La filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida, y como consecuencia de esa concepción, un sentimiento que engendre una actitud íntima y hasta una acción. Pero resulta que ese sentimiento, en vez de ser consecuencia de aquella concepción, es causa de ella. Nuestra filosofía, esto es, nuestro modo de comprender o de no comprender el mundo y la vida, brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma. Y ésta, como todo lo afectivo, tiene raíces subconscientes, inconscientes tal vez”.

 

         (Miguel de UNAMUNO: “Del sentimiento trágico de la vida”, 1913).

 

2 comentarios

Boehmiano -

Muchísimas gracias, Núria, por tu amabilidad.
De momento no me puedo dedicar a él lo que me gustaría pero no lo olvido, y de cuando en vez irán apareciendo algunas cosas. Por ejemplo, antes de fin de año, una noticia sobre los dos últimos encuentros anuales del Ceec (Círculo de estudios espirituales comparados), un grupo de amigos del que formo parte.
A tu disposición para aquello en que te pueda ayudar y agradecido de antemano por cualquier sugerencia.
Cordialmente,
Boehmiano

Núria -

Te felicito por el blog.
Un saludo.